En el Boletín número 44 de la Sociedad Castellana de Excursiones se incluye la crónica, realizada por José Martí Monsó, de la excursión realizada el domingo 15 de julio de 1906. Se hace notar que esta salida, aunque no tiene carácter monumental, permitiría disfrutar de los encantos de la naturaleza en agradable y amistosa expansión, celebrándose una comida campestre en el bosque del Abrojo. A las siete menos diez minutos de la mañana arrancó el tren de la Estación de Norte hacia Laguna de Duero, con los excursionistas subidos al coche de tercera, llegando a las siete y veintisiete. Son recibidos por D. Juan Agapito y Revilla, Director de Excursiones y del Boletín, pues veraneaba en Laguna.
Se dirigen a la posada a desayunar enterándose entonces que el Bosque y el Abrojo, aunque colindantes, no son una misma cosa. Se tenía autorización para la visita del primero de su propietaria Dª Gregoria Pérez. Rápidamente se averigua que la dueña del Abrojo, Dª María Luisa de Altolaguirre, se encuentra en sus posesiones y se dirigen a buscar el permiso, que les es concedido.
Se comienza el recorrido visitando la iglesia parroquial de la Asunción, siendo recibidos por el párroco D. Alberto Martín, que en ese momento iba a celebrar misa. A ella asisten todos los socios, durando desde las nueve hasta las diez y veinte. Un rato antes y otro después escudriñan la iglesia, de pobre apariencia pero de gran antigüedad, fijándose especialmente en el Cristo de los Trabajos, atribuido a Gregorio Fernández y en el altar de San Pedro Regalado resucitando para dar un pan a un pobre.
Al salir de la iglesia acompañan al párroco a la casa rectoral para examinar un cáliz de plata sobredorada de ornamentación gótica. También ven el libro de nacimientos que comienza en 1501.
Tras superar unos inconvenientes llegan a su destino donde observan los restos de ambos recintos para pasar a degustar una paella. Tras la sobremesa vuelven a Laguna y visitan la ermita. Algunos se acercan hasta la cruz que marca el límite de las procesiones para contemplar el vasto panorama que desde allí se aprecia. Después de visitar una bodega regresan a sus hogares, la mayoría en tren.
Notas:
*Uno de los objetivos de la Sociedad Castellana de Excursiones era conocer la región que comprendía los antiguos reinos de Castilla y León ( la actual Comunidad más Logroño - La Rioja- y Santander- Cantabria-). Duró desde 1903 hasta 1920. El nombre de algunos de los directivos de la primera Junta forma parte de la toponimia vallisoletana reflejado en calles o jardines. Así:
- José Martí Monsó. (1840 - 1912 ) Pintor, dibujante, investigador y catedrático. Este personaje valenciano fue director de la Escuela de Bellas Artes de Valladolid durante más de cuarenta años. La plaza a él dedicada, cercana a la plaza Mayor, se conoce popularmente como plaza del Coca (por el apellido de Julián Coca, propietario de un cine que ocupó el solar del antiguo corral de comedias o teatro ).
- Juan Agapito Revilla.(1867 – 1944 ). Arquitecto municipal e historiador de Valladolid. La calle con su nombre comienza en la calle Mantería.
- Narciso Alonso Cortés.(1875 – 1972). Abogado, escritor, catedrático y miembro de la RAE ( silla B). La calle de este vallisoletano está en el barrio del Cuatro de Marzo. También un colegio público de la ciudad lleva su nombre.
- Francisco de Paula Sabadell Oliva. Horticultor catalán. Trabajó en la remodelación del Campo Grande como encargado de los parques y jardines Dos rosaledas de la ciudad llevan su apellido: la de Francisco Sabadell, en su honor desde la inauguración en 1945, en el paseo Isabel la Católica y la del parque Ribera de Castilla, de Andrés Sabadell García , en 2006.
*La fotografía de san Pedro Regalado socorriendo a un pobre que ilustra la crónica representa el milagro ocurrido en 1456, año de la defunción del santo, acaecido en el convento de La Aguilera perteneciente a Aranda de Duero.
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