Cristo de los Trabajos
Imagen llegada en 1813 a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Posteriormente, durante las obras iniciadas en 1954, fue encontrada en uno de los trasteros de la iglesia por el párroco D. Juan Bautista Benito y el restaurador D. Andrés Gerbolés, quienes aprovechando una de las puertas de la entrada a la iglesia tapiadas, construyeron un altar para el Cristo.
La Cofradía vallisoletana de las Siete Palabras se creó en 1929; en 1958 su filial de Laguna de Duero. Es al año siguiente cuando se estrena el nuevo paso en el que desfila el Cristo de los Trabajos, relacionado con la Primera Palabra “ Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”.
Durante años y en dos periodos de tiempo la imagen era llevada a hombros, por la carretera, desde el pueblo hasta la ciudad. Las inclemencias del tiempo y el peligro del tráfico hicieron que se prohibiera definitivamente el traslado sobre andas.
Desfila la tarde-noche del Domingo de Ramos ,desde los Agustinos Filipinos hasta Santiago Apóstol, estando presente el Viernes Santo por la mañana en el Sermón de las Siete Palabras y por la tarde-noche en la Procesión General de la Pasión.
Cristo gótico
Este crucificado lagunero estuvo unos años escenificando la Segunda Palabra “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Esta Palabra ha tenido varias tallas con ese cometido. En la actualidad es el Cristo de la Batallas de Francisco Rincón-1606-.
Notas:
- Otros autores atribuyen la talla- alrededor de 1610- a Pompeyo Leoni.
Sus nombres - de los Trabajos, de los Desprecios o de las Injurias- parecen relacionados con las situaciones anómalas por las que pasó en la Guerra de la Independencia o por su posible procedencia de una cofradía de “cortadores-carniceros” vallisoletana de la que D. Manuel Gómez, el donante, era al parecer consiliario, antes de ser destinado a Laguna.
- Preste. Sacerdote./ Consiliario. Consejero.
La talla del Cristo de los Trabajos es de tamaño mayor al natural (190 cms.). Tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta, caída la cabeza hacia el lado derecho,cabello y barba muy rizados, con la particularidad de no tener corona de espinas tallada sobre su cabeza, detalle propio de los crucificados de Gregorio Fernández, que no tallaba la corona, la hacía natural.
Su posición es la de estar caído completamente, sujetando sus manos todo el peso muerto del cuerpo. Sobresale a simple vista la cantidad de gotas de sangre que resbalan por todo su cuerpo, en especial por la frente, cuello, manos y pies. En su cara se puede apreciar una gran serenidad y dulzura; el velo o paño de pureza es de grandes dimensiones y termina en el lado derecho de su cintura con un gran nudo.
En 1980 fue restaurado por Mariano Nieto Pérez, titular del Museo de Escultura, sacando a la luz toda su policromía original que estaba muy oscurecida por el paso del tiempo y por la gran cantidad de velas que siempre tenía a sus pies en la capilla.
En esta restauración se pudo constatar que los brazos fueron originariamente más largos y en perfecta proporción con el resto del cuerpo, pero que habían sido acortados unos centímetros a la altura de los hombros, en el entronque, a fin de que cupiera en el altar donde fue colocado. Sus piernas son largas y musculosas y el pie derecho aparece clavado sobre el izquierdo.
*El Cristo gótico es de madera policromada, anónimo, tallado en el primer cuarto del S.XVII. De un tamaño menor al natural, apareciendo completamente estirado y en tensión sobre la cruz, aunque inclinado en un violento escorzo hacia su lado derecho.
Su rostro mantiene rasgos y gestos dignos de tener en cuenta: su faz y en especial sus ojos mantienen caracteres algo achinados. Al mismo tiempo refleja una gran docilidad ante el suplicio. Tiene el paño de pureza anudado a la cintura en el lado izquierdo. Su pierna derecha está completamente estirada sobre la cruz. Tiene la barba y el pelo muy rizados, con corona de espinas tallada sobre su cabeza.
Parece, a tenor de un inventario realizado por el cura párroco de Laguna en el año 1895, que este Cristo pertenecía a la cofradía de la Pasión o Ascensión, y que era el que llevaban los hermanos cuando fallecía algún cofrade. Últimamente se ha restaurado la imagen, en especial sus manos y pies que presentaban algunos defectos.
Fundamentalmente se ha consultado “Semana Santa-Cofradía de las Siete Palabras-Valladolid” de Julián Antonio González García. 1998.
Otras fuentes son :
“Laguna de Duero- Amanecer histórico-Villa de señorío secular” de Teodoro San José García. 1998
“Retazos históricos- Imágenes y edificios religiosos en Laguna de Duero”.Timoteo Herrero Herrera y Julián Pedro Rodríguez Delgado. 1999
Internet
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